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Río Pisuerga.
Afluente del río Duero, nace en Sal de la Fuente cerca de la cueva del
cobre, a 1.800 metros de altitud, en la parte mas septentrional de la
provincia de Palencia. Su curso tiene una longitud de 283 kilómetros. Su
andadura comienza en Peña Labra, abasteciéndose de diferentes arroyos;
Pasada la Peña Tremaya recibe por la derecha a los ríos Areños y Lores.
Cruza Santa María de Redondo, San Juan de Redondo, San Salvador de Canta
Muda en donde recibe por la derecha el arroyo de la Abadía, Vañes, en su
camino se encuentra con el freno artificial del embalse de la Requejada,
a su izquierda recibe las aguas del río Castilleria, al pie de la presa
recibe por la derecha el arroyo Monderio y un poco mas abajo se le une
el río Resoba, y por fin llega a Arbejal, a la que cruza de Oeste a
Este, para continuar su marcha hacia Cervera.
En su
paso por Arbejal se bifurca en diferentes brazos, aunque mantiene una
trayectoria concreta por su cauce natural. Un puente de piedra
construido en los años sesenta es el único vínculo que permite la unión
con las tierras de la otra ribera. Según P.Madoz, en el año 1.850 había
en Arbejal un puente largo de madera que cruzaba el río, probablemente
emplazado en un lugar muy cercano al que actualmente lo cruza. También
había dos molinos harineros. En este tiempo, el agua del Pisuerga se
utilizaba para regar los linares y los prados de guadaña. Las especies
que habitaban el río eran truchas y cangrejos.
Las
aguas del Pisuerga al cruzar por Arbejal tienen un paso rápido y frío,
producto de su enterramiento momentáneo al pasar por las tuberías que
hay en el embalse, unos kilómetros más arriba. Esta frialdad en sus
aguas y un clima no excesivamente caluroso son motivos suficientes para
que las gentes de la zona, incluso en época estival, eviten refrescarse
en sus aguas.
El río
Pisuerga ha conocido en sus riberas la sombra alargada y serena de
álamos que lo acompañaban en su andadura por el término. Decisiones
políticas y económicas han propiciado su talado. Al mismo tiempo
los compromisos de una inmediata reforestación han quedado postergados
en el tiempo mas de lo aconsejable en este tipo de situaciones. Tan solo
queda esperar el cumplimiento de los compromisos para que de forma
inmediata se devuelva al río esa frondosidad tan agradable y no por eso
menos necesaria.
El río y su pesca han atraído a un número importante de pescadores de
trucha, pero debido a los excesos y abusos de los furtivos esta riqueza
esta disminuyendo de forma alarmante. Por citar un ejemplo; el cangrejo,
que vivía abundantemente en esta zona ha desaparecido de manera total y
absoluta
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